Liv Schulman:
TODO ES PRESTADO
8 MAY ↭ 12 JUL, 2025
OBRAS EXHIBIDAS
Texto de sala por Santiago Villanueva / PDF↯
La especulación es contenido y es forma en la obra de Liv Schulman. Ya sea religiosa, económica o afectiva, su razonamiento vertiginoso es la retórica elegida para captar una realidad igualmente acelerada y absurda.
Todo es prestado, su tercera muestra individual en PIEDRAS, reúne dos narraciones paralelas: el film Un círculo que se fue rodando (2024) y Dios (2025), una obra de teatro sin actores, o tal vez una radionovela visual, anclada en ocho escenas construidas dentro de cajas de cartón.
Familiar del diorama, Dios invita a una contemplación a escala, íntima, donde la escenografía está hecha con materiales innobles como el dios que relatan. Como un teólogo premoderno, la protagonista pone a prueba la existencia divina a través de métodos heréticos e hilarantes porque, ¿cómo comprobar si una sigue siendo la misma cuando se pone de novia con Dios?
En Un círculo que se fue rodando, los planos secuencia acompañan el frenesí del microcentro porteño mientras escuchamos una polifonía de conversaciones transeúntes, rebosantes de síntomas y patologías. Como en toda metrópoli contemporánea donde reina la incoherencia y la fragmentación, si en medio de la superposición atolondrada de teorías y opiniones alzamos la vista al cielo en busca de alguna respuesta, lo que resplandece no es una revelación, sino el cartel luminoso de una compañía financiera transnacional rematando un rascacielos.
Las criaturas de cerámica que nos dan la bienvenida a la muestra visten las remeras de la película, cuyas frases participan de la conversación infinita de los peatones. Como fragmentos desprendidos del film, estos móviles hechos de pistolas, flores, botellas de ginebra y de licor condensan una realidad hecha de piezas sueltas y signos rotos.
Después de todo, si alguna unidad persiste, se la inventa en los detalles.